Pretendemos con estas líneas aclarar dos conceptos parecidos y que en nuestro sector se tienden a confundir: prefabricación e industrialización.
La palabra prefabricación no está incluida en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, aunque prefabricado sí: “Dicho de una construcción: formada por partes fabricadas previamente para su montaje posterior”.
Por tanto, cuando acometemos una obra prefabricada, en la ubicación definitiva únicamente realizamos el montaje de las piezas fabricadas previamente. Evidentemente, puede haber obras con mayor o menor grado de prefabricado, y este grado de prefabricado es inversamente proporcional a los residuos generados en la obra: A más residuos, menos prefabricado.
Desgraciadamente todavía el término prefabricado lleva aparejado un concepto negativo, pues está interiorizada la connotación despectiva de provisionalidad, sobre todo en obras de edificación. En obra civil, creemos que ya se ha superado, y actualmente ya nadie piensa que es una obra provisional un puente cuyo tablero sea hiperestático y de canto variable, con vanos de 40 m. realizado con vigas y prelosas prefabricadas.
Esta situación es totalmente injusta, ya que en términos generales las obras, cuanto mayor grado de prefabricado posean, más control de la calidad y seguridad pueden llegar a alcanzar.
El término industrialización está mucho más ampliamente recogido en los diccionarios y se puede definir como el proceso productivo que, de forma racional y automatizada, emplea materiales, medios de transporte y técnicas mecanizadas en serie para obtener una mayor productividad.
Una vez que tenemos claro el significado clásico de los dos términos, creo que estaremos de acuerdo en lo discutible que es manejar conceptos como los siguientes:
- Prefabricados a medida: Únicamente puede tener sentido cuando son muchísimas las piezas que hay que prefabricar.
- Obras prefabricadas in-situ: Podría ser admisible cuando los costes de transporte se reducen mucho, de lo contrario está en contra de que in-situ sólo se realiza el montaje.
- Estructura singular prefabricada: Choca con la idea de que debe ser una estructura que se ha de repetir en varias obras distintas, no ser única.
PACADAR, empresa decana en el mundo en la utilización de los prefabricados de hormigón pretensado ha basado su exitosa estrategia de expansión internacional precisamente en la reinterpretación de los antiguos conceptos de prefabricado e industrialización:
- Nuestro mercado es el mundo
- Nuestras obras son las que tienen un tamaño tal que permiten amortizar la instalación en sus inmediaciones de una fábrica que minimice los costes de transporte.
- Nuestros productos son los que demande nuestro cliente, y si no son lo repetitivos que necesitaríamos para fabricarlos en unos moldes convencionales, diseñamos unos versátiles en los que se puedan fabricar una gran diversidad de piezas.
Ejemplos prácticos de esta reinterpretación del negocio clásico de los prefabricados de hormigón, son nuestras fábricas de Londres, Kuwait City y Panamá.